Autoría: Noelia Trento y Paola Castillo - Derechos reservados

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La Psicoterapia Gestáltica, no es sólo un enfoque psicoterapéutico, sino también una filosofía de vida, existencial y fenomenológica, que insiste en la importancia del darse cuenta de la experiencia presente, aquí y ahora, valorizando la vivencia corporal en una perspectiva integradora del ser humano.

Los principios de la Psicoterapia Gestáltica se fundamentan en una comprensión holística del hombre según la cual el funcionamiento de su cuerpo, emociones, pensamientos, cultura y sus expresiones sociales forman parte de un proceso integral coordinado dentro de un todo mayor.

La Terapia Gestáltica utiliza el método fenomenológico, que consiste en tomar la experiencia tal como es, dejando de lado nuestros juicios, prejuicios, pensamientos, interpretaciones, supuestos e ideas acerca de lo que ese fenómeno es.

El método fenomenológico vuelve a los sentidos para describir lo que está pasando, lo que está, lo que es, lo que se da a la conciencia en el aquí y ahora.

Así, consideramos que a través de la expresión artística, podemos desarrollar y potenciar la utilización de los sentidos y vivenciar la experiencia del presente acercándonos a lo que lo Fritz Perls nos impera en Sueños y Existencia: “abandona la mente y vuelve a los sentidos”. 

Despertar a los sentidos para así poder estar más en contacto con uno mismo y con los otros, en lugar de únicamente con nuestros juicios, ideas y supuestos.

Los aprendizajes más efectivos son los vivenciales, el pasar por la experiencia, experimentando el darse cuenta de lo que ocurre y de lo que sucede alrededor mientras está pasando, probar y actuar en sintonía con el momento presente, que cambia a cada instante.

Para ello, en Indy creamos un entorno guiado y personalizado, un contexto cálido y de aceptación, en el que podrás experimentar la libertad y el placer que nos aporta la espontaneidad y el mostrarnos tal y como somos.

De allí la importancia de toda forma de expresión artística como medio para el desarrollo de todas las posibilidades de la persona y como potencial recurso para el desarrollo humano.

Tal como expresaba Joseph Zinker, lo “terapéutico” de realizar una actividad artística reside en que, cuando la persona la experimenta como proceso, se conoce a sí misma como persona total.